Lecturas
Números 21, 4b-9 Salmo 77 Filipos 2,6-11
Juan 3, 13-17
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Jesús dijo:
“Nadie
ha subido al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre que
está en el cielo.
De
la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto,
también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan
Vida eterna.
Sí,
Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que
cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
Porque
Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve
por él”.
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Comentario
El 14 de
septiembre la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Alguna persona no cristiana podría preguntarnos: ¿por qué “exaltar” la cruz?
Podemos
responder […]nosotros no exaltamos las cruces, sino
“la” Cruz gloriosa de Jesús, signo del amor inmenso de Dios. Y ésta es nuestra
esperanza.
[…]Y
cuando dirigimos la mirada a la Cruz donde Jesús ha sido clavado contemplamos
el signo del amor, del amor infinito de Dios por cada uno de nosotros y la raíz de nuestra salvación
Papa Francisco, 14/09/2014, Angelus
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Referencia
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Comentario
Mirar con fe al crucificado
La fiesta que hoy celebramos los cristianos es
incomprensible… para quien desconoce el significado de la fe cristiana en el
Crucificado. ¿Qué sentido puede tener
celebrar una fiesta que se llama “Exaltación de la Cruz” en una sociedad que
busca apasionadamente el “confort” la comodidad y el máximo bienestar?
Cuando los cristianos miramos al Crucificado no
ensalzamos el dolor, la tortura y la muerte, sino el amor, la cercanía y la
solidaridad de Dios que ha querido compartir nuestra vida y nuestra muerte
hasta el extremo.
No es el sufrimiento el que salva sino el amor de Dios que se
solidariza con la historia dolorosa del ser humano… La crucifixión es el
acontecimiento en el que mejor se nos revela su amor.
En
esos brazos extendidos que ya no pueden abrazar a los niños
y
en esas manos que ya no pueden acariciar a los leprosos ni bendecir a los
enfermos,
los
cristianos “contemplamos” a Dios con sus brazos abiertos
para
acoger, abrazar y sostener nuestras pobres vidas, rotas por tantos
sufrimientos.
Esta fidelidad al Crucificado no es dolorista sino esperanzada.
José Antonio Pagola
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Referencia
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Frase
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“[…]Dios amó tanto al mundo…”
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Reflexión
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¿Por qué dudo del amor de Dios?
Las lectura del día de hoy nos recuerdan que "Dios amó a la humanidad". Muchas veces, esas palabras no las hacemos propias; es decir, no leemos estas palabras de este modo: "Dios me ama". Dudamos de ese amor. Creemos que Dios ama la humanidad y hasta lo anunciamos; pero ¿a mí?
La cruz es el signo del amor de Dios por la humanidad. Esa cruz que colgamos en nuestros cuellos (o esos crucifijos que colocamos en nuestras casas) es el signo que nos recuerda a cada uno: "Dios nos ama". Cada vez que miremos una cruz, que ese signo nos recuerde el amor Dios por cada uno. No dudes en incluirte: somos amado por Dios; eso nos recuerda la cruz de Jesús.
Cada vez que dudemos del amor de Dios, contempla la Cruz, la Cruz de Jesús, que nos recuerda: "Dios nos ama". Entonces ¿por qué andamos, por ahí, mendigando amor?
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