Música para meditar

jueves, 6 de marzo de 2014

Jueves después de Ceniza


Lecturas Deut. 30, 15-20  Sal 1  Lucas 9, 22-25 

1) Esperar
Anuncio dela Pasión
“El hijo del hombre, les dijo:
·         debe sufrir mucho,
·         ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas,
·         ser condenado a muerte
·         y resucitar al tercer día”.

Condiciones del discipulado
Después dijo a todos:
“El que quiera venir detrás de mí,
·         que renuncie a sí mismo,
·         que cargue con su cruz cada día
·         y me siga.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá
y el que pierda su vida por mí, la salvará. ]
¿De qué le servirá la hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?

2) Reconocer– Reconocer-se
Condiciones del discipulado
Después me dijo:
“Si quieres venir detrás de mí,
·         renuncia a ti mismo,
·         carga con tu cruz de cada día
·         y me sigues.
Porque si quieres salvar tu vida, la perderás
y si pierdes tu vida por mí, la salvarás.
¿De qué te sirve ganar el mundo entero, si pierdes y arruinas tu vida?

3) Masticar - Alimentarse
“[…] El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo.

4)Interrogarse - Traspasar
¿A qué sigo apegado que me impide seguir libremente a Jesús?
¿A qué me cuesta renunciar para seguirlo?
Comentario
Humildad, docilidad, generosidad: este es el estilo cristiano, un camino que pasa por la cruz, como hizo Jesús, y es un camino que lleva a la alegría.

En el Evangelio propuesto de la liturgia del jueves posterior al Miércoles de Ceniza, Jesús dice a los discípulos: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga.” Éste es “el estilo cristiano” porque Jesús fue el primero que recorrió “este camino”: No podemos pensar en la vida cristiana fuera de este camino. Existe siempre este camino que Él hizo primero: el camino de la humildad, también el camino de la humillación a sí mismo, para luego resurgir. Este es el camino. El estilo cristiano, sin cruz no es cristiano, y si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana. El estilo cristiano toma la cruz con Jesús y va adelante. No sin cruz, no sin Jesús”.
Jesús “dio el ejemplo” y, “siendo igual a Dios”, “se humilló a sí mismo, se hizo siervo por todos nosotros”: “Y este estilo nos salvará, nos dará alegría y nos hará fecundos, porque este camino de humillarse a sí mismo es para dar vida, está en contra del camino del egoísmo, de ser apegado a todos los bienes sólo para mí … Este camino está abierto a los demás, porque aquel camino que ha hecho Jesús, de humillación, aquel camino ha sido hecho para dar vida. El estilo cristiano es precisamente este estilo de humildad, de docilidad, de mansedumbre”.
“Quien quiera salvar la propia vida, la perderá” – repite Jesús – porque “si el grano no muere, no puede dar fruto”. Y “esto, con alegría porque la alegría nos la da Él mismo. Seguir a Jesús es alegría, pero seguir a Jesús con el estilo de Jesús, no con el estilo del mundo”. Seguir el estilo cristiano significa recorrer el camino del Señor, “cada uno como pueda”, “para dar vida a los demás, no para dar vida a sí mismo. Es el espíritu de la generosidad”. Nuestro egoísmo nos empuja a querer parecer importantes ante los demás. En cambio, el libro de la Imitación de Cristo “nos da un consejo bellísimo: ‘Ama no ser conocido y ser juzgado como nada’. Es la humildad cristiana, aquello que Jesús fue el primero en practicar”:
Y esta es nuestra alegría, y esta es nuestra fecundidad: ir con Jesús. Otras alegrías no son fecundas; sólo piensan en ganar el mundo entero, pero al final pierden y arruinan la vida. Al inicio de la Cuaresma pidamos al Señor que nos enseñe un poco este estilo cristiano de servicio, de alegría, de humillación de nosotros mismos y de fecundidad con Él, como Él la quiere”.
Referencia




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