Lecturas
Joel 2, 12-18 Salmo 150 2Cor 5, 20-6,2 MATEO 6, 1-6.16-18
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1) Esperar
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Limosna – Oración - Ayuno
Tengan
cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos
por ellos: de lo contrario, no recibirán ninguna recompensa
del Padre que está en el cielo.
Limosna
Por lo tanto, cuando
des limosna, no lo vayas pregonando delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser honrados por
los hombres. Les aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu
mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y
tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Oración
Cuando
ustedes oren, no hagan como los hipócritas: a ellos les gusta orar
de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos. Les
aseguro que ellos ya tienen su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores,
retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo secreto; y
tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Ayuno
Cuando
ustedes ayunen, no pongan cara triste, como hacen los hipócritas,
que desfiguran su rostro para que se note que ayunan. Les aseguro que con
eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes,
perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que
tu ayuno no sea conocido por los hombres, sino por tu Padre que está en lo
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
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2) Reconocer– Reconocer-se
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Tiene cuidado de no practicar tu
justicia delante de los hombres para ser visto por ellos: de lo contrario, no
recibirás ninguna recompensa del Padre que está en el cielo.
Por lo tanto, cuando des limosna,
no lo vayas pregonando delante de ti, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y en las calles, para ser honrados por los hombres. Les aseguro que
ellos ya tienen su recompensa.
Cuando tú des limosna, que tu
mano izquierda ignore lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando tu ores, no hagas como
los hipócritas: a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las
esquinas de las calles, para ser vistos. Te aseguro que ellos ya tienen su
recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores,
retírate a tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en lo
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes ayunen, no pongas
cara triste, como hacen los hipócritas, que desfiguran su rostro para que se
note que ayunan. Te aseguro que con eso, ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ayunes,
perfuma tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno no sea conocido por los
hombres, sino por tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo
secreto, te recompensará.
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3) Masticar - Alimentarse
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“[…]Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para
ser vistos por ellos”.
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4)Interrogarse - Traspasar
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¿Cuál
será mi ayuno durante este tiempo de Cuaresma?
¿Cómo
será mi oración durante este tiempo de penitencia?
¿Cuál
será mi obra de caridad durante este tiempo de Reconciliación?
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Comentario
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Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy, Miércoles de Ceniza, comienza el itinerario
cuaresmal de cuarenta días que nos conducirá al Triduo pascual, memoria de la
pasión, muerte y resurrección del Señor, corazón, centro del misterio de
nuestra salvación. Y la cuaresma nos prepara a este momento tan importante y
por ello la Cuaresma es un tiempo “fuerte”, un punto de viraje que puede
favorecer en cada uno de nosotros el cambio, la conversión, todos
nosotros tenemos necesidad de mejorar, de cambiar en positivo, y la cuaresma
nos ayuda. Y así salimos de los hábitos cansados y del perezoso
acostumbrarse al mal que nos insidia. En el tiempo cuaresmal la Iglesia nos
dirige dos importantes invitaciones: tomar conciencia más viva de la obra
redentora de Cristo; vivir con mayor empeño el propio Bautismo.
La
conciencia de las maravillas que el Señor ha obrado por nuestra salvación
dispone nuestra mente y nuestro corazón a una actitud de gratitud hacia Dios,
por todo lo que Él nos ha donado, por todo aquello que cumple a favor de su
Pueblo y de la humanidad entera. De aquí parte nuestra conversión: ella es la
respuesta reconocida al misterio estupendo del amor de Dios. Cuando nosotros vemos este amor que Dios tiene para
nosotros, sentimos las ganas de acercarnos a él y esta es la conversión.
Vivir el Bautismo hasta el fondo – esta es la
segunda invitación – significa no acostumbrarse a las situaciones de degrado
y de miseria que encontramos caminando por las calles de nuestras ciudades y
de nuestros países. Está
el riesgo de aceptar pasivamente ciertos comportamientos y de no
sorprendernos frente a las tristes realidades que nos rodean. Nos
acostumbramos a la violencia, como si fuese una noticia cotidiana descontada;
nos acostumbramos a hermanos y hermanas que duermen en la calle, que no
tienen un techo para protegerse. Nos acostumbramos a los prófugos en busca de
libertad y dignidad, que no son acogidos como se debe. Nos acostumbramos a
vivir en una sociedad que pretende menospreciar a Dios, en la que los padres
no enseñan más a los hijos a rezar ni a hacerse la señal de la cruz. Yo les
pregunto: sus hijos, sus niños ¿saben hacerse el signo de la cruz? Piensen.
¿Sus nietos saben hacerse el signo de la cruz? ¿Se lo han enseñado? Piensen y
respóndanse en su corazón. ¿Saben rezar el padrenuestro, saben rezar a la
Virgen con el Avemaría? Y respóndanse ustedes. Este acostumbrarse a comportamientos no cristianos y
de comodidad ¡nos narcotiza el corazón!
La Cuaresma nos llega como un momento
providencial para cambiar ruta, , para recuperar la capacidad de reaccionar ante
la realidad del mal que siempre nos desafía. La Cuaresma se debe vivir como tiempo de conversión,
de renovación personal y comunitaria a través del acercamiento a Dios y de la
adhesión confiada al Evangelio. De esta manera también nos permite
mirar con nuevos ojos a los hermanos y sus necesidades. Por ello la Cuaresma
es un tiempo propicio para convertirse al amor al prójimo; un amor que sepa
hacer propia la actitud de gratuidad y de misericordia del Señor, que «se
hizo pobre para enriquecernos con su pobreza» (cf. 2 Cor 8,9). Meditando
sobre los misterios centrales de la fe, la pasión, la cruz y la resurrección
de Cristo, nos damos cuenta de que el don sin medida de la Redención se nos
ha dado por la iniciativa gratuita de Dios.
Acción
de gracias a Dios por el misterio de su amor crucificado; fe auténtica;
conversión y apertura del corazón a los hermanos: éstos son los elementos
esenciales para vivir el tiempo de la Cuaresma. En este camino,
queremos invocar con especial confianza la protección y la ayuda de la Virgen
María: Que sea Ella, la primera creyente en Cristo, la que nos acompañe en
los días de intensa oración y de penitencia, para llegar a celebrar,
purificados y renovados en el espíritu, el gran misterio de la Pascua de su
Hijo. Gracias.
Papa Francisco , 05/03/2014, Audiencia General de los Miércoles
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Referencia
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http://www.news.va/es/news/cuaresma-tiempo-fuerte-para-reaccionar-ante-la-rea
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Música para meditar
miércoles, 5 de marzo de 2014
Miércoles de Ceniza
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